ay, mi amor, ahora cuanto nos queremos
desembocan lúcidos sobre nuestros ojos
comentarios nimios del amor presente,que no siempre precede el instante eterno
en que no he de aguardar otra cosa, que no sea tu rostro
ay, amor,y es ironía dulce,que este instante eterno no durará por siempre
y hasta veo como puedo desatar la espina a sembrar tu pecho de un amor de flojeras
si a la calidez de lo noctambulante se le agregan unas horas más,
todo se va de boca,
todo se va de boca por nuestras bocas,
y mirarnos es la voz que no nos dice nada.
Me miré de pronto en una esquina que cruzó de calle conmigo, yo no tenía más labios y aun vos escuchabas mis quejas,
Que verdaderas son las persianas!
cuánta ferocidad en la calle, de abrir y cerrar los ojos sólo se trata.
1 comentario:
wow
Publicar un comentario